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Basura Electrónica: Impacto Ambiental

7 de junio de 2024


basura electronica

En la era digital, los dispositivos electrónicos se han convertido en una parte esencial de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, este avance tecnológico tiene un lado oscuro: la creciente acumulación de basura electrónica. Conocida también como e-waste, representa uno de los mayores desafíos ambientales de nuestro tiempo.

¿Qué es la Basura Electrónica?

Los artefactos eléctricos y dispositivos electrónicos que han sido reemplazados por otros más nuevos o modernos, han quedado fuera de funcionamiento por una avería o deterioro, es decir, que han completado su tiempo de vida útil (pasan a ser obsoletos).
En su mayoría son accesorios y complementos de uso doméstico o personales, entre estos encontramos los teléfonos móviles (y fijos), ordenadores, televisores, electrodomésticos, baterías (de un uso y recargables) y cualquier dispositivo o componente eléctrico.
Estos residuos contienen materiales tóxicos como plomo, mercurio, cromo, arsénico y cadmio, que pueden ser extremadamente dañinos para el medio ambiente y la salud humana si no se gestionan adecuadamente.

¿Sabías qué…?

Más del 15% de la basura electrónica son desechos que habitualmente los consumidores no reconocen como tal. Se trata de elementos como e-juguetes (por ejemplo, trenes o coches a batería, muñecas parlantes), cables (de todo tipo, como tiras leds o alargues), vapeadores y otros pequeños dispositivos.

No se tiene en cuenta, de igual forma, la posibilidad de reciclaje de estos aparatos electrónicos, que están compuestos por materia prima estratégica y costosa en éste momento de transición hacia energías limpias.

De hecho, el valor aproximado de la materia prima hallada en los residuos tecnológicos producidos en 2019 fue de 54 millones de euros (a nivel mundial), estimado por el coste de componentes como hierro, cobre, litio, plata y oro.

Basura Electrónica y Naturaleza

vertedero

Cuando estos residuos no se desechan correctamente, los componentes tóxicos pueden filtrarse en el suelo y contaminar las fuentes de agua. Además, el proceso de reciclaje informal, común en muchos países en desarrollo, libera toxinas en el aire, afectando su calidad y contribuyendo al cambio climático. La gestión inadecuada no sólo afecta el medio ambiente, sino que también representa un riesgo grave para la salud de las personas que viven cerca de los vertederos electrónicos (y las que no).

Estadísticas alarmantes

A nivel mundial, se generan aproximadamente 50 millones de toneladas de basura digital cada año, y se espera que esta cifra aumente a 74 millones de toneladas para 2030.
A pesar de la magnitud del problema, solo el 20% de los residuos electrónicos se recicla formalmente. El resto termina en vertederos o se maneja de manera informal, lo que agrava la situación.

China es el país que genera más basura electrónica, seguido por Estados Unidos e India.

El mayor vertedero electrónico del mundo

televisores basura

Se encuentra en Agbogbloshie, Ghana. Aquí, toneladas de desechos son vertidos anualmente, principalmente proveniente de países desarrollados. Este lugar se ha convertido en un epicentro de reciclaje informal, donde trabajadores, a menudo niños, desmantelan dispositivos para extraer materiales valiosos como el cobre, exponiéndose a peligrosos contaminantes en el proceso. Incluso, hay quienes restauran los dispositivos para luego venderlos y obtener un beneficio económico de ello, poniéndose en un alto riesgo.

¿Qué podemos hacer con los Residuos Electrónicos?

La gestión adecuada es crucial para mitigar su impacto. Aquí hay algunas medidas que se pueden tomar:

  1. Reciclaje responsable: Asegúrese de llevar sus dispositivos electrónicos a centros de reciclaje autorizados. Muchas empresas tecnológicas también ofrecen programas de reciclaje para sus productos.
  2. Reutilización: Antes de desechar un dispositivo, considere si puede ser reutilizado o donado. Muchos dispositivos pueden tener una segunda vida si se reparan o se actualizan.
  3. Reducción de consumo: Compre productos electrónicos sólo cuando sea necesario y elija dispositivos duraderos y reparables. Elija marcas que ofrezcan actualizaciones de software y soporte técnico a largo plazo.
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